La Compañía General de Electricidad (CGE), responsable de suministrar electricidad a más de 3,2 millones de clientes en las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía, ha interpuesto una querella criminal ante el Juzgado de Garantía de Calama. El objetivo es identificar y procesar a los responsables del robo de 9.000 metros de cable de cobre que afectó a las localidades de Chiuchiu y Lasana.
El incidente ocurrió el 5 de julio, cuando delincuentes destruyeron 29 postes eléctricos y sustrajeron los cables de las redes de media tensión de la compañía. Este acto vandálico dejó sin servicio eléctrico a 3.984 clientes durante más de 48 horas, provocando graves inconvenientes en la vida diaria de los afectados.
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El cobre robado llegó a los 5.300 kilogramos. Aunque se recuperara el material, no podría ser reutilizado debido a la pérdida de fiabilidad. Para restablecer el suministro eléctrico, CGE tuvo que desplegar generadores y movilizar brigadas pesadas, incluyendo camiones pluma y retroexcavadoras, además de redirigir personal desde otras áreas de la región. Estas acciones representaron un costo significativo para la empresa, calculado en más de 200 millones de pesos.
La querella presentada por CGE incluye todos los antecedentes disponibles sobre el delito y solicita una investigación exhaustiva para identificar a los culpables y determinar el destino del cobre robado. La compañía espera que esta acción legal no solo conduzca a la captura de los responsables, sino que también sirva como medida disuasoria para futuros actos delictivos.
El robo de cables no solo causó un impacto económico para CGE, sino que también afectó considerablemente a la comunidad local, subrayando la necesidad de medidas de seguridad más estrictas para proteger la infraestructura crítica.
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