En la primera rueda de prensa como nuevo director técnico de Cobreloa, César Bravo, presentó a su cuerpo técnico conformado por Víctor González como ayudante técnico y Jonathan Cisternas como preparador físico. Bravo, quien regresa al club después de seis años, mostró su compromiso con el desafío de mantener a Cobreloa en Primera División. “Nos sentimos felices de estar acá, a pesar de la frustración por la salida del cuerpo técnico anterior”, comentó al inicio de su intervención.
Bravo es consciente de la dificultad de la tarea que tiene por delante, pero asegura estar preparado para afrontarla. “Aceptamos un desafío difícil y estamos claros de eso, pero tenemos la ilusión de poder aportar algo nuevo. Vamos a dejar la vida, como siempre lo hemos hecho, para sacar esto adelante”, señaló. El técnico indicó que ya ha conversado con los jugadores, quienes han mostrado una actitud positiva y comprometida en los entrenamientos.
La decisión de asumir el mando fue sorpresiva para Bravo, pero expresó su gratitud por la confianza depositada en él. “El domingo fue un día muy agotador, todo sucedió rápidamente. Sin embargo, siempre tuve la ilusión de volver y hoy estoy aquí para ayudar”, destacó. Añadió que encontró buena disposición en el plantel, lo que le da confianza en que podrán revertir la difícil situación.
Uno de los principales desafíos será levantar tanto el aspecto futbolístico como el anímico del equipo. “No podemos enfocarnos solo en lo anímico o solo en lo futbolístico. Ambas cosas deben ir de la mano, y para eso estamos trabajando”, afirmó Bravo, quien mencionó que ha observado varios partidos del equipo, lo que le ha permitido identificar áreas de mejora.
De cara a los cuatro partidos que quedan, Bravo dejó claro que está buscando implementar su estilo de juego con intensidad. “Sabemos que debemos generar un cambio y estamos convencidos de que podemos hacerlo. La clave será convencer a los jugadores de nuestra metodología y mantener una intensidad constante”, explicó.
Finalmente, Bravo reconoció que la situación es compleja y el margen de error es mínimo. “Estamos con la soga al cuello, pero confiamos en que, por conocer la institución y la ciudad, podemos aportar lo necesario. Vamos a hacer lo humanamente posible para lograr el objetivo”, concluyó.
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