Con la consigna de que “la esperanza es lo último que se pierde”, el equipo minero necesita una tremenda goleada mañana domingo a las 12:00 horas ante O’Higgins en el Estadio “El Teniente” de Rancagua, con la fe de realizar la hazaña que los salve del descenso.
Por un margen inédito de 8-0 para asegurar su permanencia en la Primera División, la tarea es titánica y ha sido catalogada como una “misión imposible”, especialmente considerando las dudas sobre la participación de jugadores claves, como el goleador Cristian Insaurralde y el volante Juan Leiva, quienes, pese a sus molestias, viajaron con el equipo.
El director técnico de Cobreloa, César Bravo, expresó su confianza y determinación en la previa al encuentro, destacando el esfuerzo y el compromiso de sus jugadores. “Nosotros nos apegamos a nuestros sueños y a nuestra ilusión, siendo siempre realistas. Sabemos que es difícil, pero debemos ir a buscar un resultado favorable y luego ver qué sucede al final del partido”, comentó Bravo. Asimismo, subrayó que, “aunque el equipo no ha tenido una buena temporada, es crucial culminar de la mejor forma posible, ya que Cobreloa y sus hinchas lo merecen”.
Bravo, además, habló sobre la posible alineación para el partido, en la que, dada la condición física de Insaurralde y Leiva, ya se han probado alternativas para asegurarse de contar con un equipo competitivo. En esta ocasión, el juvenil Tomás Roco tendrá una oportunidad en el once titular, reflejando la apuesta del cuerpo técnico por el talento joven.
Este partido no solo marca una posibilidad para la salvación de Cobreloa, sino que también apunta a un posible final de ciclo para algunos jugadores que, según rumores, podrían dejar el equipo al término de la temporada, independientemente del resultado. Entre los nombres mencionados se encuentran Lucas Di Maio, Juan Leiva, Cristian Bravo y Marco Borgnino.
Asimismo, Cobreloa enfrenta este desafío con antecedentes históricos que alimentan la esperanza. En 1994, en la Primera División, el equipo calameño goleó a O’Higgins con un marcador de 8-1 en el Estadio Municipal de Calama. Aún más, en 1979, durante la Copa Polla Gol, Cobreloa propinó una contundente derrota de 10-0 al equipo celeste en un enfrentamiento memorable.
A pesar de las dificultades, Bravo concluyó sus declaraciones con optimismo: “Siempre uno queda con un brote de amargura cuando no se cumple el objetivo, porque el fin para que nos trajeron lamentablemente no se nos está dando. Todavía queda una remota posibilidad que la vamos a pelear. Uno igual queda conforme, porque cuando llegué tuve que mostrar un cambio o algo distinto y creo que eso el equipo lo mostró y nosotros lo exhibimos dentro y fuera del campo de juego, y eso al final es lo que va a quedar. Hay una manera de jugar, hay un estilo y se asemeja mucho a lo que es Cobreloa”.
Este domingo, los Zorros del Desierto saldrán al campo decididos a buscar una victoria histórica que, aunque remota, mantiene vivo el sueño de la salvación. La afición de Cobreloa y todo el fútbol chileno estarán atentos para ver si los calameños logran la remontada del siglo en un partido que promete ser inolvidable.