La antropología forense es una disciplina que estudia los restos óseos para reconstruir la historia de las personas y las sociedades. A través de un análisis detallado, los antropólogos forenses pueden obtener información valiosa sobre las costumbres, enfermedades y contextos históricos, complementando o incluso corrigiendo las fuentes escritas y arqueológicas.
El proceso de análisis de los restos óseos comienza con la identificación de características básicas del individuo, como la edad, el sexo y la estatura. Estos datos se extraen de la observación de rasgos anatómicos específicos, como la pelvis para diferenciar entre hombres y mujeres, o el desgaste dental y la osificación de los huesos para estimar la edad.
Además, la estructura ósea puede revelar detalles sobre el nivel de actividad física de una persona. Por ejemplo, el desgaste en las articulaciones o las fracturas causadas por el esfuerzo repetido son señales importantes de las actividades que realizaba el individuo.
La antropología forense también hace uso de tecnologías avanzadas, como la tomografía computarizada y el análisis de ADN, lo que ha mejorado la precisión en la identificación de individuos y el esclarecimiento de linajes genéticos. Estas herramientas permiten comparar perfiles genéticos con bases de datos para reconstruir relaciones biológicas con gran exactitud. Además, la espectrometría de masas permite analizar la composición química de los huesos y obtener información sobre la dieta, el origen geográfico e incluso el tipo de agua que una persona consumía en vida.
Uno de los principales aportes de esta disciplina es su capacidad para identificar personas en contextos históricos y forenses. En las excavaciones arqueológicas, los restos óseos han permitido confirmar la identidad de figuras históricas, como reyes y guerreros, proporcionando evidencia tangible de eventos del pasado. A veces, el análisis forense puede incluso contradecir relatos históricos o confirmar leyendas transmitidas a lo largo del tiempo. Un ejemplo destacado es la identificación del rey Ricardo III de Inglaterra en 2012, cuyas características físicas, como su deformidad espinal, coincidieron con las descripciones medievales.
Además de su valor histórico, la antropología forense tiene una importante aplicación en la justicia y los derechos humanos. En América Latina, por ejemplo, ha sido fundamental en la exhumación e identificación de víctimas de dictaduras militares, ayudando a esclarecer casos de desapariciones forzadas.
