El Observatorio ALMA contará con un nuevo cerebro de datos astronómicos a 2.900 metros de altura. Se trata del proyecto “OSF Correlator Room” (OCRO), una sala con infraestructura tipo data center, similar a las utilizadas en centros de inteligencia artificial. Esta iniciativa se enmarca dentro del plan para mejorar la sensibilidad de banda ancha del observatorio, un proceso de modernización iniciado en 2019.
El nuevo correlacionador optimizará el procesamiento de datos gracias a los avances en la fabricación de semiconductores, siguiendo la tendencia establecida por la Ley de Moore. La alta concentración de chips y transistores en este sistema requerirá un sistema de enfriamiento especial por contacto directo con agua, ya que la menor densidad del aire a gran altitud impide la refrigeración convencional.
Según Juan Larraín, Project Manager de AUI/NRAO y experto en data centers, actualmente se trabaja en la red de abastecimiento eléctrico para garantizar la correcta integración de la nueva tecnología sin afectar las operaciones del observatorio. Además, se están ultimando detalles de ingeniería antes de iniciar la construcción y puesta en marcha de los subsistemas.
La implementación del OCRO permitirá mejorar la capacidad de ALMA en la obtención y procesamiento de datos científicos, aumentando la eficiencia de las observaciones astronómicas. Larraín explicó que esta mejora es comparable con pasar de ver un solo canal de televisión a múltiples transmisiones simultáneas en alta resolución, lo que maximizará el rendimiento del observatorio.
ALMA y el NRAO buscan integrar estos avances sin interrumpir la actividad científica del observatorio. Para ello, se ha establecido una estrategia de coordinación detallada que garantizará la instalación del nuevo sistema sin afectar la comunidad astronómica que depende de sus observaciones.
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